Mi Vida Sobre Esquíes en la Patagonia

   Mi primer acercamiento al esquí fue a los 7 años, cuando aún vivía en El Bolsón, en ese entonces todavía un pueblo. Mi madre me llevó a la base del pequeño centro de esquí Perito Moreno y me alquiló el equipo. Fue un solo día pero me dejó con ganas de más, mucho más!

   Al año siguiente nos mudamos a Bariloche, en 1984. Fue un invierno histórico en el cual se acumularon 2 metros de nieve en la base del cerro Catedral. Ese año recuerdo que un amigo de mi familia, que tenía la concesión de una confitería, me llevó a esquiar por el día. Luego de algunas bajadas en la pista de los principiantes, me llevó a la parte alta de la montaña para que yo pudiera sentir un poco más de velocidad e inclinación... Me tuvo que cargar "a cococho" en todas las secciones difíciles, pero fue una gran aventura a mis 8 años!

   A los 10 años, sin posibilidades económicas para acceder a un pase de esquí, recuerdo las incontables veces en que junto a mi amigo y tambien Guía de Alta Montaña, Jorge Kozulj, subimos con los esquíes al hombro hasta donde la aerosilla de " Robles" bajaba y no había control de pases, para así podernos colar y esquiar... Que hermosos tiempos aquellos!

Jorge Kozulj (izq.) yo (centro) y su hermana, con 10 años en la base del Cerro Catedral. (Crédito: Jorge Kozulj)

Recién a mis 14 años logré obtener mi primer pase de esquí de temporada y con él vino mi primer curso de ski. Esto fue gracias a que la Escuela de Esquí dirigida en ese entonces por Carlos Viaene, y la cual dependía del Club Andino Bariloche, ofrecía a los adolescentes de la ciudad un trueque: a cambio de que ayudaran en el mes de Julio a un instructor de esqui en sus clases, se les entregaba un pase de temporada y un curso de esquí en septiembre. 

Mi primer instructor de esquí fue Gabriel Rapoport, quien además es Guía de Alta Montaña. A partir de este curso, fue creciendo en mí la pasión por el esquí fuera de pista y pude también mejorar mi técnica. Hay  que recordar que no era fácil esquiar fuera de pista en esa época: los esquíes eran rectos, duros y se los usaba muy largos, unos 20 o 30 cm por arriba de la cabeza.

Mi primera salida de esquí de travesía fue también con el Club Andino, junto a un grupo numeroso de chicos. Subimos desde la base del Cerro Catedral hasta el filo, recorriéndolo entero hasta llegar al Refugio Frey. Repetirlo ahora, de la manera en que lo hicimos y con el equipo que usamos en esa ocasión, sería una inconsciencia total! 

Llegados al refugio nos quedamos allá una o dos noches en compañía del legendario refugiero Pedro Luthi. Aun conservo el recuerdo patente de su famoso salto en largo.

El refugio Emilio Frey en invierno rodeado por sus famosas agujas.


Pedro vivió algunos inviernos en el Refugio Manfredo Segré (Laguna Negra) y luego en Frey. Fanático del esquí, la soledad y el anarquismo, era todo un ejemplo a seguir para unos adolescentes como nosotros. Muy bueno con la guitarra, otra de sus especialidades era la "Fondue" de queso.  Creo que como a muchos de mis colegas, Pedro y su estilo de vida me enseñaron mucho sobre la montaña.

Nos hizo hasta probar a saltar en largo con esquíes. Él solía pasar con facilidad los 30 metros y nosotros, que llegábamos a 12 o 15 metros como mucho, sentíamos que volábamos! La rampa especial para este salto la diseñaba y contruía él enteramente a mano, un trabajo de hormiga que requería altas dosis de perseverancia y paciencia, cualidades bastantes raras en el mundo actual.

Al año siguiente recuerdo que el CAB organizó una salida de esquí al Cerro Lopez,  Las pieles de foca que me prestaron, eran literalmente de foca! Sin pegamento y con correas, eran realmente muy poco prácticas ya que se solía acumulaba nieve entre el esquí y la piel lo cual le impedía cumplir su función, y lo hacía muy cansador. Pero a pesar del esfuerzo y la fatiga, estas fueron experiencias inolvidables: la camaradería, los paisajes de ensueño y la sensación de estar aprovechando al máximo cada curva en esa única bajada del día que tanto había costado ganar.

El Cerro Lopez en invierno, con el refugio que lleva su nombre

El verano siguiente tuve la mala suerte de fracturarme ambos tobillos en un accidente de escalada, subiendo la aguja M2 cerca del Refugio Frey. Pero gracias a mi corta edad, a los 6 meses ya estaba nuevamente sobre las tablas. Ese invierno decidí rendir el examen de admisión para ingresar a la carrera de instructor de esquí, y aprobé con el puntaje justo! 

Asi que a los 17 comencé mi carrera de instructor de esquí , lo cual fue una de mis primeras herramientas laborales para poder comprarme el equipo y realizar mis primeros viajes. Al cabo de algunas temporadas, llegué a la conclusión de que ese trabajo era demasiado monótono y rutinario. En mis tiempos libres siempre me la pasaba esquiando fuera de pista. En estos años (de '92 al '98) casi nadie frecuentaba el fuera de pista; todos los esquiadores se quedaban circulando en las mismas pistas pisadas y sólo tomaban bajadas donde no hubiera que caminar para esquiar.

Durante la temporada '97-'98 como instructor de esquí en Stratton, Vermont (USA)

Lugares como el "Filo de Nubes" o "La Lagunita" del Cerro Catedral, eran muy poco frecuentados. Hoy en día, con la evolución del deporte y las nuevas tecnologías de los equipos, un porcentaje de esquiadores cada vez mayor se ve motivado a recorrer y explorar el fuera de pista y el esquí de travesía ¿Para que quedarse en un centro de esquí con nieve pisada y multitud de personas, cuando podemos acceder por nuestros propios medios a un lugar con nieve virgen, de manera gratuita y sin tener que hacer largas colas?

Es innegable que la evolución de los materiales en los últimos 20 años ha permitido que el esquí fuera de pista se vuelva cada vez más accesible. 

Si seguimos esta aceleración en la evolución del ski desde cuando yo empecé a esquiar, podemos marcar como primer hito la aparición del esquí "carving": esquíes más cortos y con  mayor curvatura sobre los cantos, lo cual ayuda a realizar las vueltas de acuerdo al radio de giro del esquí. 

Luego comenzaron a ensancharse también en la cintura o patín de los esquíes, con lo cual se facilita el flotamiento en la nieve honda y fuera de pista. Y finalmente apareció el esquí rocker con las puntas mucho más levantada. Hoy en día realmente hay una gran variedad de opciones para cada perfil de esquiador y tipo de nieve.  

Naturalmente, han aumentan los adeptos al "Freeride", como también al Esquí de Travesía y en general al Esquí Alpino. 

Por comenzar una bajada entre las agujas del filo Catedral

Creo que son varias las razones por las que estos tipos del esquí fuera de pista están en este momento en pleno auge: la libertad de crear tu propio camino tanto en la subida como en la bajada,  el contacto directo con la naturaleza y  la incomparable sensación de esquiar en nieve virgen, también conocida como "Powder"! 

Estas condiciones son muy difíciles de encontrar en un centro de esquí hoy en día, cuando luego de 1 hora ya todas las pistas ya están "rayadas". 

Mas recientemente, en el invierno de 2020, se vio un boom del esquí de travesía en Bariloche a raíz de las limitaciones en los centros de esquí debido a la pandemia, por lo que a los esquiadores no les quedó otra opción que salir a esquiar por cuenta propia. Todo estos factores, sumado a la difusión de las deporte en las redes sociales, sigue promocionando esta hermosa actividad.

En mi caso, viviendo en El Chaltén hace mas de 20 años y con la ausencia absoluta de un centro de esquí cercano (los mas cercanos siendo Cerro Castor en Ushuaia o La Hoya, en Esquel), aun así el esquí de travesía aun no se ha hecho tan popular como en otros lugares. El tipo de cerros locales requiere un muy buen nivel de esquí y un excelente estado físico. 

Disfrutando una brecha de excelente clima en El Chaltén, invierno 2019. (Foto Matt Tufts)

Para acceder a la nieve, por lo general hay que caminar al menos 1 hora cargando todo el equipo para poder seguir subiendo con las pieles. En muchos casos se esquía sobre glaciares, y algunas veces es necesario hacer campamentos por 2-3 días cuando los tiempos de aproximación son de varias horas o medio día para llegar a la nieve. Pero como contraparte, los paisajes, las montañas y glaciares proporcionan una experiencia difícil de superar en cualquier otro destino del Mundo.

En la Patagonia norte, especialmente en la zona de Bariloche,  algunos de los lugares e itinerarios clásicos para el esquí de travesía son la travesía del Refugio Frey al Jacob y el Cerro Lopez (Filo de las cabras y Pico Turista). En esta región, además del polo de actividades invernales que representa el Cerro Catedral, también hay una infraestructura de refugios, varios de los cuales permanecen abiertos a lo largo del invierno, lo cual permite muchas posibilidades a la hora de planificar una salida de esquí de travesía.

Travesía en el Cerro Lopez con sus vistas únicas. Bariloche.

En el Chaltén en cambio, a diferencia de lo recorridos que están los picos y agujas en el verano, todavía queda mucho por explorar con esquíes en invierno! Algunos de los lugares más frecuentados son la Loma del Diablo, el Cerro Crestón, el Cerro Vespignani, el Cerro Eléctrico y el Cerro Madsen. Es importante tener en cuenta que en muchos casos se esquía sobre glaciares, por lo cual se debe llevar el equipo de seguridad apropiado y proceder con cautela. 

Durante la temporada 2020, si bien estuvimos un poco limitados con las restricciones por la pandemia, en la zona El Chaltén tuvimos uno de los mejores inviernos de los últimos años! Mucha nieve en toda la Patagonia, como también cascadas de hielo facilmente accesibles desde El Chaltén.  

Pero no todo fue color de rosa: hacia fines del invierno, en una caída de poca importancia, tuve la mala suerte de que no saltara mi fijación y me terminé quebrando el tobillo... Esto conllevó que me operen en El Calafate, y que demoré varios meses en recuperarme completamente. Pero por suerte, ya desde finales del verano puedo decir que mi tobillo está totalmente curado y listo para una nueva temporada de nieve!

Para este invierno que comienza voy a estar pasando parte de la temporada en Bariloche y parte en El Chaltén, con la intención de dar algunos talleres de iniciación al esquí de travesía, destinados a esquiadores intermedios o avanzados, pero sin experiencia en este tipo de esquí.

Atravesando el Glaciar Piedras Blancas, invierno 2019 (Foto Matt Tufts)

Además, para un nivel más avanzado, seguir ofreciendo salidas de esquí de travesía con programas que van de 1 día hasta 5 días tanto en la zona de Bariloche como en el Chaltén. También existe la posibilidad de organizar alguna semana de esquí en Ushuaia, que ya ha estado recibiendo abundantes nevadas en lo que va del año. Y cuando reabran las fronteras (quizás para fin de año?)  podremos volver a combinar viajes de esquí en Los Volcanes de Chile y Cerro Castillo.

Asi que como habrás visto hay muchísimas opciones para elegir según tu estilo, tu disponibilidad y tu nivel. Por lo que te invito a chequear ya mi oferta completa de programas de esquí de travesía en la sección "Esqui de travesía" de mi página web. 

No veo la hora de que empecemos a planear juntos una inolvidable aventura en nieve fresca!

(Foto Matt Tufts)

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